
Redactar las conclusiones en un Trabajo de Fin de Máster (TFM), o en un Trabajo de Fin de Grado (TFG), es uno de los momentos más importantes dentro de un proceso académico a nivel universitario. Se trata de una sección que resume cualquier tipo de hallazgo o idea principal, sino que proyecta alguna de las implicaciones futuras que genere la investigación, para que el cierre del trabajo sea coherente y persuasivo.
A continuación, veremos una serie de consejos y estrategias para la elaboración de las conclusiones más acertadas, que están basadas sobre principios de redacción académica previamente demostrados.
Independientemente que te encuentres en las etapas finales del TFG o TFM que estés realizando, o te enfoques en hacer un borrador, te mostraremos lineamientos con los que elevarás la calidad de tu documento, que causará la mejor impresión para los lectores.
Al momento de hacer conclusiones se necesita de una comprensión profunda de la estructura del TFG o del TFM realizado, tomando en cuenta que estas consisten en sintetizar de una manera perspicaz, los elementos más relevantes de la investigación realizada, de forma cónsona con los objetivos iniciales.
En primer lugar, hay que revisar de manera exhaustiva las hipótesis o interrogantes correspondientes a la investigación, para evaluar como los resultados que se han obtenido responden a estas.
Con un enfoque que imprima mayor experiencia, se puede usar un lenguaje objetivo y preciso, evitando incorporar contenidos que desvíen la atención de los lectores.
La estrategia recomendada es la división del proceso en una serie de etapas muy delimitadas, identificando los logros principales en cuanto a lo que se ha demostrado con el trabajo académico, y las contribuciones más resaltantes del TFG o TFM que se ha realizado.
En el supuesto que el trabajo se haya enfocado en un análisis de naturaleza empírica, se debe destacar las relaciones estadísticas más prominentes, así como las tendencias cognoscitivas que durante el desarrollo de la investigación se hayan determinado.
Posteriormente, se deben destacar las limitaciones que se presentaron en el desarrollo del trabajo, pero con honestidad, de una manera muy constructiva, abarcando aspectos muy significativos como el tamaño de la muestra que se ha analizado, al igual que las variables no controladas, evitando menospreciar el valor a los hallazgos que ya se encontraron, para demostrar la madurez esperada a nivel académico, y abrir otras puertas al momento de sugerir nuevas líneas de investigación, mediante una reflexión permanente producto de un impacto profundo del estudio efectuado.
En profesiones relacionadas con las ciencias sociales y la ingeniería, las conclusiones deben estar relacionadas con eventos que realmente sean prácticos o situaciones de carácter político.
Lo más factible es usar expresiones dentro de la redacción, que permitan leer el trabajo de manera fluida, como pueden ser “por consiguiente”, “sin embargo”, o “en síntesis”, para que el contenido se pueda comprender de manera integral.
La extensión de las conclusiones debe ser de entre un 5% a un 10% del contenido del documento, para que el cierre si bien será conciso, termine siendo satisfactorio, logrando cerrar el trabajo de manera elegante y alcanzar una mayor credibilidad académica e investigativa.
No se debe incurrir en el error de hacer un exceso de citas en las conclusiones. Lo que se espera son interpretaciones originales, que tengan un respaldo por referencias que sean clave, obtenidas a través de algún software para gestión de bibliografía, con el que se mantenga la coherencia.
Las conclusiones deben servir para que el lector pueda evidenciar que la investigación resolvió la necesidad de adquirir y aportar conocimientos, quedando motivado a ver el origen de la investigación realizada en un contexto real.
A la hora de plasmar en un trabajo académico (bien sea un informe o ensayo), sus conclusiones correspondientes, el enfoque de las mismas se debe adaptar al origen del proyecto, para que funcionen como un enlace entre el análisis que se ha ordenado, y la visión hacia el futuro.
El punto inicial sería la recapitulación de los objetivos principales sin caer en planteamientos repetitivos o redundantes, reformulando las ideas importantes dentro de términos que fortalezcan su importancia en el presente.
Dentro de la estructura de las conclusiones debe existir un resumen para los resultados (con párrafos breves señalados con viñetas que incluyan los aspectos sobresalientes de la labor investigativa), junto con una propuesta que discuta las recomendaciones e implicaciones del trabajo, específicamente los impactos que se han concretado y las estrategias realizadas para el trabajo académico.
Cuando se haga el planteamiento de las implicaciones, debe explorarse la forma en que los resultados generen una contribución realmente eficaz, para el sector del conocimiento que se relaciona con la investigación hecha, haciendo paralelismos con trabajos de investigación previamente hechos, con los que se identificarán las innovaciones logradas.
Las recomendaciones que se puedan haber comentado tienen una gran importancia, porque resaltarán el valor del esfuerzo académico que se ha hecho, auspiciando la posibilidad de acometer otros proyectos de investigación, con la ampliación del ámbito geográfico en el que se deba trabajar, o a la hora de emplear tecnologías novedosas.
El vocabulario de las conclusiones debe ser totalmente profesional, descartando cualquier tipo de expresiones que sean consideradas como coloquiales.
Para hacer una redacción de primer nivel, se debe leer el borrador en voz alta, para la detección inconsistencias dentro del flujo informativo, y, simultáneamente, tomar en cuenta al tipo de público que leerá las conclusiones, fomentando que estas sean plenamente entendidas, lo cual es fundamental en un trabajo de investigación interdisciplinario.
No se puede subestimar el impacto de una conclusión, porque la influencia que esta pueda tener en una calificación final otorgado a un trabajo de investigación es relevante. El nivel del lenguaje debe ser de un nivel muy alto, con cualidades de persuasión, y compuesto por frades que proyecten autoridad, para que esta permanezca alienada con la introducción, ayudando así a la cohesión en el contenido del trabajo.
Redactar una conclusión de un trabajo necesita un enfoque preciso y acertado, sobre todo si la extensión del documento es corta, ya que el espacio es limitado.
Lo importante es exponer la idea principal del argumento a través de un máximo de dos párrafos, iniciando con algo conciso de la tesis central, pero mirando hacia una interpretación más profunda con la que se refleje lo aprendido.
Las conclusiones no se hacen con expresiones abruptas o tajantes, por lo que se deben usar técnicas que engloben preguntas, interrogantes o analogías que sirvan de comparación y despierten el interés del lector. Si el trabajo es de índole literaria, el tema analizado se debe comparar con contextos que sean contemporáneos, para el entendimiento de su relevancia, pudiendo complementar esto con una reflexión personal breve, sin dejar de lado el tono académico.
La conclusión se podría estructurar con un cierre de argumentos (con el que se resumen los puntos clave sin volver a mencionar los detalles), para enfatizar en el significado de estos (la importancia del trabajo en el presente), y llamando a accionar dentro de cualquier circunstancia (lo que invitaría al desarrollo de nuevos proyectos de investigación).
Una excelente conclusión eleva la calidad del trabajo, lo que debe despertar el agrado del evaluador. Esta siempre debe estar adaptada al estilo académico requerido por la institución universitaria.
No se pueden hacer conclusiones contradictorias, por lo que debes revisar constantemente el contenido del documento para no incurrir en esto y apuntalar la integridad del trabajo.
En un proyecto (independientemente que este sea profesional u académico), las conclusiones deben tener elementos que hagan referencias a situaciones exitosas o lecciones que se hayan aprendido.
Ya sea un TFG o un TFM, hay que hacer una evaluación del cumplimiento de metas que al inicio de la investigación se hayan establecido. Los logros pueden ser cuantificables, usando datos como los porcentajes de eficacia, o cualquier indicador de tipo KPI, para el respaldo de las afirmaciones presentadas.
Si deseas dar un enfoque que imprima mayor profundidad y experiencia, puedes recurrir a un análisis DOFA (debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas), que se adapten a cualquier resultado que arroje el proyecto.
Destaca fortalezas en la implementación, como innovaciones técnicas, y debilidades para transparencia. Las oportunidades podrían incluir escalabilidad, mientras que las amenazas abordan riesgos externos. Esto proporciona una visión equilibrada y estratégica.
Puedes adicionar recomendaciones dentro de las conclusiones, pero que sean viables y expresadas de manera profesional, usando términos específicos de la materia con el que demostrarás dominio del tema, y apuntaladas con tablas o gráficos que sirvan de apoyo al texto.
Este proceso debe dejarte un gran aprendizaje, tras haber superado los desafíos que en el camino debiste enfrentar, lo que te ayudará a crecer a nivel personal y profesional, proporcionando mayor profundidad al TFG o TFM que hagas, mientras las conclusiones quedan alineadas con los objetivos que fueron perseguidos mediante el proyecto, validando el esfuerzo realizado y posicionando este trabajo como fuente de investigación a posteriores.
Te presentamos lo que serían ejemplos de conclusiones para un TFM o un TFG, para que tengas una idea de como estas deben ser planteadas:
Son tres ejemplos que nos enseñan que las conclusiones pueden ser cualitativas o cuantitativas, pudiendo tomar la versión que mejor se adapte a tu trabajo y a tu metodología de investigación, procurando que prevalezca en su redacción la originalidad y la importancia para el esfuerzo académico realizado.
Definitivamente que conocer la mejor manera de redactar conclusiones para tu TFM o tu TFG, puede ayudar a que la calidad del documento sea muy alta, tratando en lo posible que la estructura de estas sea muy eficaz para efectos de contribuir al conocimiento de la disciplina profesional de tu preferencia, mediante un proyecto de alto valor académico.